GUÍA PARA EL FLEQUILLO IDEAL
Cortarse el flequillo no es una decisión fácil. Podemos cambiarnos el color del pelo, animarnos a ponernos extensiones o, incluso, arriesgarnos a jugar con el largo total de nuestro cabello, pero hacernos un flequillo suena a transformación radical y eso requiere mucha consideración. Obviamente, cuanto más rebelde sea nuestra melena mayor valentía se necesita y más complejo resulta definirse por sí o no. Sobre todo, si de antemano ya sabemos que esta metamorfosis requerirá de más horas de peinado frente al espejo. Muchos podrán decirnos “no es para tanto porque al tiempo crece”, pero lo cierto es que si no nos vemos bien, no nos sentimos bien y, en ese sentido, incluso pocos días pueden resultar una eternidad y un golpe para el autoestima.
Lo bueno, es que existe una manera de lograr el flequillo perfecto: identificar cuál es el que funciona mejor según la forma del rostro. Y ojo, hay un montón de variantes para elegir. Si logramos el corte ideal, podremos destacar nuestros rasgos, aportarle simetría y balance a la cara, y lograr un cambio de look que realmente haga la diferencia. Porque, seamos honestos, no hay nada más chic que un buen cerquillo y, más aún en este 2020, donde volvió a ser de los más trendy. No importa que tengas el pelo lacio, ondulado o con rulos, hay una versión para cada tipo de melena y es posible lucirla y mantenerla sin morir en el intento. Sí, seguramente tengas que tener un poquito más de paciencia a la hora de peinarte, pero realmente vale la pena arriesgarse.
Acá te dejamos los distintos estilos de flequillo y te contamos a qué rostros se adaptan mejor:
1. FLEQUILLO AL COSTADO
Es el más popular de todos y una buena opción si estás buscando un cambio de look que no sea tan radical. Además, queda bien tanto en melenas largas como cortas lo que lo convierte en un corte muy versátil. A esto, se suma el hecho de que tenés la posibilidad de jugar con él, ya que podés llevarlo súper corto o largo hasta la oreja y así lograr que se mezcle con el resto del cabello. Y si tenés rulos, celebrá porque este cerquillo te lucirá fantástico. Este 2020, los más vistos en las pasarelas -las que llegaron a celebrarse- eran con textura y en capas para no tapar completamente la mirada y conseguir un estilo más relajado.
Recomendado para: el flequillo al costado tiene tantas variantes que se adapta a muchos rostros, pero funciona especialmente bien en los redondos y los que tienen forma de diamante, ya que dulcifica la expresión y crea la ilusión de alargar las facciones. Si preferís llevarlo asimétrico, es también perfecto para las caras ovaladas ya que permite centrar la atención en tu mirada y labios, y no en la frente.
2. MICRO FLEQUILLO
También conocido como baby bangs, el cerquillo estilo “Amélie” tiene una vibra parisina ultra chic. Es ideal si querés quitarte unos años de encima porque aporta un aire más ingenuo y aniñado. Eso sí, es el más difícil de llevar: requiere tener la melena extra lisa y sin un rastro de frizz. Esto puede implicar una buena dosis de perseverancia frente al espejo cada mañana y sumar algún accesorio o producto extra de peinado, especialmente si tu melena no es naturalmente lacia. Por eso, es mejor abstenerse si tu pelo es ondulado o rizado y suele ser difícil de domar. Además, si te arrepentís, es el que más demora en crecer. Igualmente, si bien implica un compromiso importante - olvidate de lavarte el pelo y salir corriendo de tu casa sin un buen secado previo- es un estilo con mucho encanto, sobre todo porque es la mezcla perfecta entre elegancia descontracturada y un toque de rock and roll.
Recomendado para: este flequillo funciona a la perfección en rostros con rasgos suaves, como los ovalados o con forma de corazón. Evitalo si tu frente es muy ancha y si tenés el pelo difícil de manejar o propenso al frizz.

3. FLEQUILLO CORTINA
Este cerquillo es cool, sensual y se adapta a todo tipo de rostros. La clave está en cortar los laterales en escala -más corto en el centro y más largo a los lados- hasta que se mezcle con el resto del cabello. Funciona a la perfección con cualquier tipo de pelo (lacio, ondulado o rizado) y como recomendación te sugerimos despuntarlo para aportarle mayor ligereza. Es el más fácil de camuflar si nos aburrimos y se puede peinar de muchas formas. De hecho, este flequillo es relativamente fácil de mantener y permite jugar con distintos estilos. Tiene una onda años 60 que nunca pasa de moda -muy a lo Brigitte Bardot- y siempre resulta atractivo. Permite lograr el balance perfecto ya que suaviza los rasgos, pero, al mismo tiempo, aporta estructura porque da un marco a ambos lados de la cara.
Recomendado para: si bien es un flequillo muy versátil que sienta bien a cualquier tipo de rostro, es perfecto para los de forma cuadrada y redondeada ya que permite elongar las facciones. Además, centra la atención en la mirada y permite resaltar los pómulos.

4. FLEQUILLO TUPIDO
De aires setenteros, este tipo de cerquillo recto y denso se adapta tanto a pelos lisos como rizados y a melenas cortas o largas. Es audaz y permite lograr un cambio de look radical, sin la necesidad de acortar el largo total del cabello. Se luce más cuando queda justo por debajo de la ceja, por eso es importante hacer un recorte no bien veas que creció más de la cuenta ya que solo así quedará perfecto -además de que evitarás que te moleste a la altura de los ojos-. ¿Un plus? Hace posible disimular la frente visualmente porque puede nacer de diferentes puntos.
Con respecto a la forma de peinarlo, hay una variedad de opciones: podés llevarlo súper liso, con un acabado redondeado, rizado o levemente abierto en el centro. Lo bueno es que todos quedan súper bien. Un dato a tener en cuenta: la densidad de tu melena es clave en este flequillo por lo que si tenés poco pelo o este es muy fino, mejor evitarlo.
Recomendado para: favorece a los rostros ovalados y alargados porque permite camuflar el ancho de la frente. Además, armoniza las facciones y focaliza la atención en los labios y pómulos, alejándola del área del mentón. También ayuda y regula las caras triangulares.
5. FLEQUILLO DESFILADO

¿Acaso hay alguien más canchera y estilosa que Jane Birkin? Y ni que hablar si sos fan de los looks setenteros. El cerquillo desfilado es una versión menos espesa del flequillo tupido. La clave está en despuntarlo ligeramente a la altura de los ojos, para lograr un efecto más irregular. Esto permite que luzca más aireado y liviano, con un encanto muy cool y descontracturado. Funciona a la perfección para todas las edades y permite ocultar las arrugas y líneas de expresión de la frente, sin la necesidad de un corte más denso. Lo ideal es que no sea excesivamente marcado para no endurecer las facciones.
Es sumamente versátil y hace posible lograr un cambio visible, sin ser muy drástica. Está recomendado para mujeres con cabello fino y para conseguir un resultado súper natural lo mejor es secarlo con secador, no con plancha. Podés llevarlo de distintos largos, más o menos corto según tus gustos, y peinarlo de una variedad de maneras, ya sea recto, a un costado o partido a la mitad.
Recomendado para: favorece especialmente a aquellos rostros con facciones angulares -como los cuadrados, ovalados y corazón- ya que suaviza la expresión.
Con los cerquillos, las posibilidades son infinitas porque dependiendo del corte y el peinado podés lograr distintos estilos y así resaltar las facciones que más te favorezcan. Es importante que siempre recurras a un estilista para hacer este cambio -tan solo recordemos la cantidad de influencers que se sometieron a las tijeras ellos mismos en esta cuarentena con resultados no envidiables- y que aprendas cómo domarlo y lookearlo