Pelo dañado: 10 hábitos para incorporar y recuperarlo
Ya aprendimos la lección: la piel y el pelo sano requieren de incorporar rutinas de belleza a nuestros días. Es momento entonces de dejar la pereza de lado y ser constantes con pequeños hábitos saludables para lograr cambios en nuestro cuidado. Para realizarlo, es importante que cada una de las prácticas que nos proponemos llevar adelante sean las adecuados para nuestro tipo de piel y de cabello. También es fundamental que sean factibles, es decir, posibles de realizar en nuestra rutina y no abandonar apenas pasado el empujón de la primera semana. Se estima que lo más difícil es ser firme durante los primeros veintiún días, luego estos pequeños desafíos diarios se incorporan de forma tan natural como lavarse los dientes antes de irse a dormir. Así que a no tirar la toalla y ser persistente, para que luego sean acciones que se realicen casi en piloto automático.
Para poner manos a la obra, nos centraremos en una de nuestras especialidades: recuperar el pelo dañado. Ese que se siente áspero al tacto, es propenso al quiebre y genera frizz muy rápidamente. Este pelo poroso posee las cutículas capilares abiertas, por lo que no retiene el agua y no logra hidratarse. Tan pronto como absorbe agua, la pierde. Como consecuencia, se quiebra con facilidad y se cae. Es común en estos casos ver puntas dobles o triples, este aspecto se potencia cuando se realizan con periodicidad alisados, tinturas o un uso erróneo de productos. Los tratamientos químicos y las herramientas de calor también llevan a la aparición del frizz indomable, ese que cada vez que se intenta controlar con el secador, lleva a que el pelo se debilite más y se consiga su reaparición potenciada.
Si percibís estas señales en tu pelo, aquí planteamos una guía sencilla de hábitos que se pueden incorporar fácilmente a la rutina y con los que seguro lograrás cambios.

1. Evitá secarte el pelo con toalla
Algo tan asiduo como secarse el pelo con el toallón al salir de la ducha puede agravar el daño del cabello debilitado. La fricción que se realiza al secarlo potencia las puntas abiertas y la ruptura de la fibra capilar, se recomienda entonces utilizar esa remera de algodón que hace años no se usa y aún sigue en el placard o una toalla de microfibra. Vale recordar que el cuero cabelludo es una de las zonas más sensibles del cuerpo, ya que está expuesto a los cambios ambientales, de temperatura y agentes externos, por lo que es necesario tratarlo con suavidad.
2. Mejor lavarlo con agua tibia
Es invierno y nada más confortable que una ducha bien caliente, lo sabemos. Sin embargo, el agua a alta temperatura sobre el pelo y el cuero cabelludo genera resecamiento y frizz. Así logra barrer con los aceites y humedad naturales del cabello, tornándose un enemigo si lo que deseamos es recuperar el brillo y la sedosidad. Lo mejor es realizar el lavado con agua tibia o fría -durante los meses de calor-, para cerrar los poros del cabello, evitar el frizz e incluso la suciedad y la acumulación de grasa en el casco.

3. Espaciá los lavados
Al tener el pelo dañado se suele pensar que la solución es lavarlo más a menudo para restaurarlo y sentirlo menos seco. Sin embargo, el exceso de lavados es un error que incluso puede agravar su estado, ya que de esta forma se elimina el sebo natural que funciona como una barrera indispensable para reforzarlo. Se aconseja entonces lavarlo como máximo tres veces por semana para darle el tiempo necesario al cabello de generar sus propios aceites naturales y comenzar su fase de restauración.
4. Peinalo en seco
El pelo mojado o húmedo es más débil y por lo tanto, más propenso a quebrarse si se tironea. Ante este hecho, queda totalmente descartada la posibilidad de irse a dormir con el pelo húmedo. Si no contás con tiempo para que se seque antes de ir a la cama, es mejor dejar el lavado para la mañana siguiente. A la hora de cepillarlo, nuestra recomendación es hacerlo cuando está seco. Es bueno, por ejemplo, tomar unos minutos antes de entrar a la ducha para desenredarlo con un peine, comenzando por las puntas. Al salir del agua, utilizar un peine de dientes anchos o los dedos, para separarlo. La estilista estrella de TRESemmé Justine Marjal afirma que uno de sus secretos es cepillarse el cabello a fondo antes de acostarse. "Esto ayudará a estimular los folículos capilares para un crecimiento saludable y evitará que el cabello se enrede mientras uno duerme”, expresó en el número de mayo de Allure Magazine.

5. ¡Animate a soltarlo!
Las gomitas perjudican el cabello, más si sos de las que tiende a llevarlo siempre recogido y ajustado, con el elástico presionando al pelo en el mismo lugar. Las mejores coletas son las que no poseen ninguna parte de metal ni costuras, pero nada le gana a los lazos de tela, así que es tiempo de incorporarlos y probar cómo te sienta el look con recogidos bajos. Para prevenir quiebres, es mejor realizar moños y colitas flojos, que no tensen el pelo. De todas formas, por más de que acostumbres a llevarlo atado, es importante darle días de descanso y dejarlo suelto.
6. Descanso con funda de seda
Cambiar la funda de algodón de tu almohada por una de seda te brindará beneficios tanto para el pelo como para la piel. Cuando el material suave y súper liso está en contacto durante horas con la dermis, ayuda a prevenir la aparición de arrugas; mientras que en el cabello evita que se dañe la cutícula capilar, colaborando con la prevención del encrespado y las puntas abiertas.

7. Infaltables: los tratamientos profundos
Tu rutina debe incluir las máscaras de tratamiento profundo. Ser regular con su aplicación te hará ver grandes resultados. En casos de cabello dañado, la estilista Justine Marjan recomienda realizar una o dos por semana. Su favorita es la mezcla de aceite de coco con miel, ya que ambos ingredientes logran sellar la humedad, nutrir y dar brillo al pelo. Para acelerar resultados, es bueno acompañar las máscaras con una línea reparadora de shampoo y acondicionador, como pueden ser los productos de Regeneración Tresplex de TRESemmé, capaces de actuar desde el interior de la fibra y fortalecerla para devolverle su mejor estado.
8. ¡Agendá turno!
Para comenzar a revitalizar tu cabellera sí o sí es necesario cortarla. ¡Al menos las puntas! Lo mejor es realizar cortes regulares, quitando un par de centímetros cada dos meses para impedir que las puntas abiertas deterioren el largo de la cabellera. Esta es la zona ¨más vieja¨ del pelo y por lo tanto, es la que primero se percibe dañada. Quitar apenas unos centímetros mejorará el aspecto de toda tu melena a la vez que mantendrá el largo y afianzará tu objetivo de sanarlo.

9. Más frutos secos
La alimentación es fundamental a la hora de recuperar el pelo. Sumar nueces, bananas, legumbres, zanahorias y naranjas en tu dieta diaria conseguirá brindarle zinc, hierro y ácido fólico al pelo. También es importante ser consciente de la cantidad de líquido que se toma por día, beber de ocho a diez vasos de agua es primordial. Asimismo, evitar el café y moderar el consumo de lácteos será de gran ayuda. Si este tema es de tu interés, podés leer más sobre cómo influye la dieta que llevamos en nuestro cabello en (link a la nota de alimentación y pelo)

10. La más importante: ser constante.
Armá y planificá tu rutina de cuidado. Un buen consejo es anotar en la agenda cuándo se realizaron los tratamientos profundos y cuándo será necesario hacer el próximo. De igual forma, llevar anotaciones sobre los recortes, para que no pasen más de tres meses sin realizarlos; e incluso para poder focalizar según tus actividades cuáles son los días en los que podrás prescindir de las herramientas de calor para acondicionarlo mejor.
